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18 septiembre 2007

Sabor a revancha

Después de tres derrotas consecutivas, y justo cuando más lo necesitaba, Huracán despertó de su letargo ante un rival directo jugando, además, en un nivel más que aceptable, muy a pesar de un campo de juego seriamente deteriorado, que conspiraba contra el juego por abajo que intenta inculcar Ardiles. A pesar de ello, “El Globo” fue mucho más que el equipo sanjuanino (que parecía conforme incluso con el uno a cero abajo) y en todo momento fue al frente. La victoria fue más que merecida, y nos devuelve al segundo pelotón de la tabla.

Fuente
Semanario Quemero






Suele decirse que los partidos entre equipos recientemente ascendidos “valen seis puntos”, y aunque suene a frase hecha es indiscutible, en tanto se trata en todos los casos de rivales que se enfrentaran directamente a lo largo de toda la temporada. Sin embargo, para Huracán este partido valía muchísimo más: en primer lugar porque el equipo aún no había podido ganar bajo la conducción de Ardiles (este es el primer partido que puede computársele como dirigido efectivamente), y en segundo lugar porque, disputadas ya nueve fechas y ante la marcha irregular de todos los equipos, es claro que este torneo se vislumbra como uno signado por “las rachas”: ningún equipo puede sostener un par de triunfos consecutivos, pero sí sucede que varios acumulen series amplias sin conseguir triunfos. Ese era el caso del “Globo” que, aún salpicado por los coletazos de una semana caliente, debía cortar sí o sí la racha negativa en la que se veía inmerso, para que no se extendiese más de la cuenta.

Con la ventaja que da el partido concluido, puede decirse algo: no fueron solo los tres puntos para cortar la racha, sino también el como se los consiguió. Ya desde el inicio el partido quedó planteado: Huracán se paró bien adelante, buscó siempre el arco rival y también el juego asociado para llegar hasta él. Ardiles era claro en los pedidos: “por afuera” le exigía a Coyette y a Zariff, y tenía razón, el medio del campo era ya desde el minuto cero un sector intransitable.

En cuanto a San Martín, su juego fue predecible: salió a empatar y, básicamente, a tratar de complicar y ensuciar el partido, pero no pudo. La defensa de Huracán realizó un trabajo excelente en este sentido, anticipando, recuperando y, sobre todo, impidiendo que los visitantes ensayasen alguna contra. Solo por errores propios del equipo podía progresar San Martín (se entregaron algunas pelotas cruzadas demasiado peligrosas dado el estado del campo), y como estos fueron pocos, así de contadas fueron sus llegadas.

Bajo estas tendencias Huracán era mucho más en el PT, pero le costaba hacerse fuerte arriba: eran buenas las proyecciones y centros de Coyette (que rindió de manera notablemente superior como volante), así como los pases “al vació” de Sanchez Prette (otra vez figura, inteligente con y sin la pelota en los pies), pero ni Varaldo ni Nieto hacían lo suficiente como para aprovechar las descargas de sus compañeros, por ende el “Globo” tenía la pelota, pero le faltaba profundidad en los últimos metros como para culminar el “toqueteo” en llegadas reales.

Sin embargo Huracán era más y merecía ir en ventaja, y si no se podía por abajo, las respuestas debían llegar a través de la pelota parada: y así fue. Tras un centro llovido de Sanchez Prette, la defensa sanjuanina rechazó mal el balón, con tanta buena suerte para Huracán, que este fue directo a posición de Varaldo, quien definió en forma precisa, con Monasterio a mitad de camino, para poner el 1 a 0 en un momento clave, justo cuando el PT ya comenzaba a consolidar una injusta igualdad que dejaba conformes a los visitantes; cuyo planteo de juego seguiría siendo “amarrete” en el complemento, aún estando en desventaja

En cuanto a Huracán, arrancó los segundos cuarenta y cinco minutos en forma demasiado serena, pero después de los primeros diez, empezó a transformarse nuevamente en protagonista, a través de recuperaciones constantes de Goltz (que jugó uno de sus mejores partidos en Huracán) y Cellay,sumadas a las subidas de Sanchez Prette y Coyette, que perdió un gol increíble, solo frente a Monasterio, cuando iban 15 minutos, y tras un centro preciso de Puertas. Además del volante, también lo tuvo Nieto, que tras una gran maniobra en ataque tardó muchísimo en descargar la pelota a alguno de sus compañeros, tanto que la terminó perdiendo, aunque, “pequeño detalle”, para quitársela le cometieron un penal clarísimo, no sancionado por Maglio.

Mencionamos estas, las más claras, pero el “Globo” tuvo varias de peligro antes de ponerse dos a cero, mientras que San Martín disminuía su ya magra producción ofensiva. En ese marco, Huracán hacía los meritos, y finalmente consiguió aumentar el marcador: tras una pelota bajada por Barijho (que mostró inteligencia para aguantar y descargar pases en cortada, evitando trasladar demasiado el balón), Cellay remató en forma violenta desde afuera del área, tanto que, por primera vez en la noche, Monasterio vio como la pelota se le escapaba entre las manos e iba a dar a los pies de Sanchez Prette, que convirtió el segundo gol de Huracán debajo del arco, a la manera de un número nueve rebotero.

El equipo era más, y había justificado claramente el resultado, pero nunca nada le es tan fácil: San Martín no había hecho nada y, así y todo, se encontró con un penal (tras una mano innecesaria de Úbeda) que Brusco cambió por gol, devolviéndole la vida a su equipo cuando el partido ya estaba (o mejor dicho debía) estar cerrado. Es cierto: el gol caló hondo, nos preocupamos y sufrimos por demás y en forma inmerecida, pero en ningún momento San Martín pudo llevarse por delante a Huracán y eso, en buena medida, gracias a la mencionada labor de Cellay, el más sereno, junto con Puertas, para aguantar el resultado a pesar de los nervios, que aumentaban incesantemente con el correr de los minutos. Sin embargo, Huracán ya estaba demasiado aferrado a la victoria y, prueba de ello, siguió haciendo más meritos que su rival como para ganarlo: la más clara, ya cuando el partido se moría, la tuvo Poggi, tras una pelota cruzada y perfecta a espaldas de los defensores visitantes, lanzadada, nuevamente, por “El Tony” Barijho.

No solo este resultado sino, como decíamos al inicio, también el buen rendimiento de casi todos los jugadores del equipo (prueba de ello que por primera vez no nombramos a Barovero como un hombre importante), y las claras intenciones de Ardiles de jugar por abajo y hacia delante, aún en un campo de juego lleno de barro, son los elementos que permiten al hincha volver a creer en este equipo. De cara al futuro, y como se dijo en el SQ del Jueves, este triunfo sirve, además, para encarar con buen ánimo dos compromisos vitales (ante Colón y Olimpo) que, de arrojar buenos resultados, le permitirían a Huracán obtener un buen colchón de puntos, como para encarar el tramo final (plagado de clásicos ante los otros grandes) con el aire y la energía positiva que contagian los tres puntos.

Puntos para destacar:

-El gol de Varaldo: porque en un torneo donde nadie es más que nadie, la efectividad de los delanteros (Sand, Denis) es el arma que comparten todos los equipos que pelean arriba.

-Sanchez Prette: nuevamente figura del equipo, solo debe pulir algunas entregas y traslados innecesarios para crecer aún más.

-El plantel: se sabe que muchas veces los partidos pueden abrirse con un cambio, y por ello es importante para Huracán empezar a formar un banco de suplentes consistente, que realmente incluya a jugadores que ayuden a Ardiles a resolver problemas. En este sentido, a Poggi y Bariijho, ingresados hoy, debemos sumarle a Nico Castro, Leo Díaz, Franzoia y Mendoza, entre otros.

Puntos para seguir trabajando:

-Las pelotas paradas: a pesar del gol de Varaldo, Huracán sigue sin tener peso arriba a la hora de aprovechar la gran cantidad de faltas que consiguen tanto Sanchez Prette como Coyette.

-Las pelotas paradas (2): también se debe trabajar a la hora de remediar los tiros libres mal ejecutados; de hecho, y al igual que contra Independiente, Huracán vio como varios tiros libres se convirtieron, otra vez, en llegadas de peligro, ¡pero para su rival!

-El campo de juego: daba pena y fue claramente perjudicial a nuestra suerte. De hecho, no solo se complicó el juego asociado, sino también el habitual trabajo deBarrientos, que debió disminuir, por esta causa, sus clásicas anticipaciones. El viernes nos toca recibir a Colón: ¿será en nuestra casa?

La labor de Maglio: es cierto, los triunfos suelen ocultar el desempeño arbitral, pero esta vez no podemos dejar de decir que los sanjuaninos pegaron por demás y, además del penal, debieron haberse llevado, cuando menos, dos rojas (Agüero y Frontini). Eso sin contar los gestos de Quiroz y Toneletto, que tendrán varias horas de viaje hasta San Juan, como para reflexionar tranquilos los motivos de esta derrota.

Comentario: Julián Mónaco

SINTESIS

Huracán (2): Marcelo Barovero; Angel Puertas, Paolo Goltz, Claudio Ubeda, Cristian Cellay; Omar Zarif, Hugo Barrientos, Walter Gastón Coyette; Cristian Sánchez Prette; Luciano Varaldo y Federico Nieto. Director técnico: Osvaldo Ardiles.
San Martín de San Juan (1) : César Monasterio; Pablo Frontini, Sebastián Brusco, Ariel Aguero, Maximiliano Kondratiuk; Ariel Franco, Mario Pacheco, Fernando De La Fuente, Fernando Merlo; Ariel Carreño y Mariano Trípodi. Director técnico: Fernando Quiroz.
Goles: PT, 40m. Varaldo (H). ST, 19m. Sánchez Prette (H), 24m. Brusco (SM), de penal.
Cambios: ST, 5m. Luis Tonelotto por Carreño (SM), 8m. Sebastián Malandra por Franco (SM), 13m. Antonio Barijho por Varaldo (H), 29m. Federico Poggi por Coyette (H), 34m. Gabriel Roth por Frontini (SM), 45m. Leandro Díaz por Sánchez Prette (H).
Amonestados: 18' PT Federico Nieto (Hu), 25' PT Omar Zarif (Hu), 28' PT José S. Brusco (SMS), 38' PT Pablo J. Frontini (SMS), 22' ST Claudio F. Ubeda (Hu), 35' ST Ariel Agüero (SMS), 43' ST Sebastian Malandra (SMS).
Árbitro: Carlos Maglio.
Cancha: Huracán (campo en muy malas condiciones, agravado por las lluvias).

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