Milano, Milano, Milano

Huracán volvió a ganar, a golear y a no dejar dudas acerca de su condición de candidato. Cuando quedan solo tres partidos en el torneo, el equipo depende de si mismo, y demuestra un enorme potencial ofensivo, gracias a un Larrivey que atraviesa el momento más maduro de su carrera y a un Milano que volvió en su mejor forma.

A esta altura, poco sirven las palabras, y muchísimo más los puntos: pero vale la pena el comentario, por el análisis y, sobretodo, para matizar (aunque sea por un rato) la espera que separa el sábado de Patricios al jueves de Caballito.

Fuente
Semanario Quemero





Para mitad de esta semana “El Turco” Mohamed y sus jugadores tuvieron que dejar atrás el festejadísimo triunfo ante Defensa y Justicia y abocarse de nuevo a la concentración y el trabajo, porque esta etapa del campeonato es así: no da respiro, y menos cuando se está tan cerca del acceso a las finales.

Entonces Huracán debía salir a la cancha sabiendo que, a pesar de haber goleado a un candidato en la fecha anterior, debía ganar, y seguir construyendo su escalera hacia primera. Frente a los del Turco estaba Ben Hur, equipo con poca historia en la categoría pero que, curiosamente, venía de derrotar al puntero Atlético Rafaela en el clásico de la ciudad santafesina. Claro que también arrastraba la mochila pesada de nunca haber conseguido un triunfo en nuestra capital.

Así las cosas el planteo de la visita era claro: no venía a jugar el partido, sino a tratar de que el tiempo corriera para conseguir un punto o algo más si lograban sorprender en algún contragolpe. Tanto es así que, durante el PT difícilmente Ben Hur lograría sumar más de dos o tres jugadores en una acción de ataque.

Frente a eso Huracán no tenia que preocuparse demasiado en defensa (Cellay desde el fondo manejaba bien las marcas, y Vigna quitaba), pero sin embargo no lograba forjar buenas jugadas arriba.

En primer lugar porque Sánchez Prette jamás se sintió cómodo como enganche y, en segundo, porque las subidas de Solana eran siempre muy anunciadas. Pero ante la nula capacidad de generar juego por abajo Huracán buscó otra forma de crear peligro: el “pelotazo frontal”. Recurso rara vez utilizado por este equipo.

Lo llamativo es que solo con eso (y con unas ganas de ganar increíbles), Huracán tuvo por lo menos 7 u 8 chances claras. ¿Cómo lo hizo? A través acertados pelotazos de Cellay; de Larrivey (lo mejor del PT, yendo a buscar todas y bajando todos los pelotazos) y de Kato (siempre punzante).

En este contexto se sucedieron varias situaciones de peligro: Un gol anulado a Kato (por mano de Úbeda), varios remates desde dentro del área (Úbeda, Vigna, Larrivey), otra de Kato en el palo y alguna buena también de Barrientos.

Es cierto: faltaba la efectividad que se tuvo contra Defensa, pero todos sabíamos al final del PT que si se afinaba la puntería y, sobretodo, si ingresaba Milano, las cosas podían ser diferentes. Y así fue: Milano (ingresado para el ST en lugar de S. Prette) traería consigo todo lo que a Huracán le venía faltando en la primera etapa.

Tan solo 6 minutos bastarían para que el pequeño gigante de Chacabuco se hiciese notar. Junto con Kato presionaron en forma conjunta al número 6 Ferrari, que no aguantó y perdió la pelota ante el japonés, quien habilitó a Milano de frente al arco y a espaldas de toda la defensa: él hizo el resto, poniendo el uno a cero con un tremendo disparo.

Pero el recién ingresado estaba demasiado encendido como para dejar las cosas allí. Tras una buena jugada por izquierda (donde C. Díaz mostró algunas cosas muy interesantes en materia ofensiva, sin quitarle responsabilidad a la marca), Huracán se encontraba con un tiro libre cerca del área, desde una excelente colocación, y a solo un par de minutos de haber convertido el primer tanto. Lo de Milano fue brillante: no solo porque clavó su remate de forma excelente sobre el arco rival, sino también porque tuvo la inteligencia de patear rápido (mientras el arquero y la defensa visitante seguían protestando el fallo), privilegiando la sorpresa a la ubicación.

Con el dos a cero encima las cosas se hicieron bastante más fáciles para Huracán (que empezó a regular el partido y a tocar la pelota en el medio), y muy cuesta arriba para Ben Hur, cuyo “líder” Giampietri se mostraba mucho más entusiasmado en provocar a la gente de Huracán que en jugar al fútbol.

Sin embargo nada es tan sencillo y si no sufrimos aunque sea un poco no seríamos Huracán, que permitió algunas oportunidades para que Ben Hur se ponga de cara a Leo Díaz, pero el arquero respondió con mucha solvencia cuando le tocó participar, poniéndole candado al arco para mantener el cero y permitir que el Globo pueda mejorar mejorar su diferencia de gol en la tabla general.

Después de eso Ben Hur bajó definitivamente la persiana del partido, y Huracán se animó a tratar de abultar el marcador. Tuvo varias, pero fue Milano el que se encargó de poner el tres a cero después de una de sus clásicas apiladas fenomenales, cuando corrían ya 30 minutos de partido. Una ráfaga espectacular de Huracán apuntalada por la magia (y la efectividad) del "ancho de espadas" Milano, la constante predisposición de Larrivey, y el esfuerzo de Kato, además del mencionado buen trabajo de C. Díaz en ofensiva (que desperdició dos excelentes oportunidades para festejar su cumpleaños Nº 29 con un gol). Menos méritos que en la primera etapa pero muchos más goles, que al fin y al cabo son los que te hacen ganar.

Los últimos quince estuvieron absolutamente demás, aunque podemos destacar el buen trabajo de los ingresados Gordillo y Quinteros para aportarle tranquilidad al trabajo de la mitad de la cancha.

Tres puntos más, con otra goleada y un rendimiento parejo, para un Huracán que no sufrió sobresaltos ni obstáculos de peso para ganar el partido.

Como dijimos, es discutible si estos análisis valen a esta altura del campeonato, cuando lo único que sirve es dejar cada victoria atrás y empezar a pensar en como conseguir una en el partido siguiente.

Pero nosotros podemos apartarnos un poco de esto, y apuntar algunos aspectos positivos más allá de la victoria:

* La capacidad de Mohamed y sus jugadores para ser cautos, y seguir pensando cada partido como una final.

* La confianza total que se ha generado en torno al equipo, tal es así que cuando terminó el PT todos confiábamos en la victoria final.

* La inédita chance, hasta ahora, de contar con buenas variantes en el plantel: Poggi, Coyette, el mismo Milano o Kato, cuyos ingresos pueden ayudar a abrir los partidos.

* Y, por último, lo más importante: varios jugadores del plano ofensivo (Larrivey, Kato, Milano y Guerra) llegando a las fases definitorias en su pico de rendimiento.

Larrivey, en tanto, merece un ítem aparte: por los goles, por el sacrificio, y porque todo equipo candidato necesita su “ídolo”.

Estos, entonces, son los argumentos que Huracán deberá hacer pesar este Jueves en Caballito, cuando trate de conseguir una nueva victoria que nos deposite con toda la expectativa de cara a los últimos dos cotejos del certamen.

El equipo debe mantener la cautela y la gente su entusiasmo, que a esta altura se torna incontenible porque se percibe que el objetivo está cerca y fundamentalmente porque la puerta a la Primera División está a la vista y todos queremos abrirla.

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Síntesis:


Huracán: 3

Leonardo Díaz

Paolo Goltz, Christian Cellay, Claudio Ubeda

Gerardo Solana, Hernán Vigna, Christian Díaz

Cristian Sánchez Prette, Hugo Barrientos

Yucuse Kato, Joaquín Larrivey.

DT: Antonio Mohamed.

Suplentes: Elías Gómez y Claudio Guerra.

Ben Hur: 0

Daniel Bertoya

Cristian Vella, José María Paz, Mauricio Ferrari y Marcelo Barreña

Emiliano Romay, Fernando Sánchez, Sergio Zanabria y Ramón Fernández

Adrián Giampietri

Claudio Bustos.

DT: Héctor Viotti.

Suplentes: Diego Aguiar y Alejandro Meloño.

Goles: ST: 7´, 12´ y 26´ Mauro Milano (H).

Cambios: ST: Al inicio, Mauro Milano x C.Sánchez Prette (H), 22´ Raúl Gordillo x Y.Kato (H), 27´ Alejandro Carrizo x E.Romay (BH), 28´ Rodolfo Quinteros x H.Vigna (H), 29´ Sebastián Tosetto x A.Giampietri (BH), 43´ Miguel Monay x C.Bustos (BH).

Amonestados: Sánchez Prette, Claudio Ubeda y Cristian Diaz (H). Giampietri, Ferrari, Sanabria y Barreña (BH).
Arbitro: Cristian Faraoni (regular).

Asistentes: Oscar Abalo, Julio Varela

Estadio: Tomás Adolfo Ducó.

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Comentario: Julián Mónaco / Síntesis: SQ /