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04 diciembre 2007

Balance positivo

En época de balances y cierres de fin de año para equipos de fútbol, pero también para empresas, Huracán cosechó una victoria clarísima, superando por tres goles a Racing en un partido que solo uno de los dos equipos intentó jugar, y que se fue desluciendo de cara al final, en un clima muy tenso dentro de la cancha, que acabó en una gresca, y en varias expulsiones por el lado de la visita.
Con estos tres puntos Huracán supera con creces las expectativas de principio de año, y se anima a soñar con una temporada mucho más tranquila de lo esperada.

Fuente
Semanario Quemero






Tanto Huracán como Racing llegaban a la cancha de Argentinos Juniors después de atravesar una semana conflictiva, en la que ambos técnicos, Ardiles y Costas, se habían encargado de poner abiertamente en duda su continuidad. Claro que los motivos eran (y son) totalmente diferentes, puesto que, a medio de una campaña que supera lo aceptable, no era el tema deportivo el que gestaba el conflicto en Huracán, sino algo directamente ligado a la relación entre el técnico y la CD. A medio de ese contexto, la duda era si aquella problemática (que tantos puntos costo en el caso de la salida de Mohamed) iba a afectar o no al rendimiento del equipo.

Esa pregunta, contestable desde el resultado final, comenzó a tener respuestas desde el arranque mismo del partido, porque Huracán se plantó bien adelante, con firmeza en el medio, y una gran vocación ofensiva, que le permitió acercarse con peligro al arco de Navarro ya cuando corrían solo 2 minutos de juego, por intermedio de Franzoia, y tras una gran apilada de Barrientos.

De hecho, es imposible decir que efectivamente lo merecía, pero cuando Cellay estampó el uno a cero con un fuerte cabezazo a los 3 minutos, Huracán ya había demostrado cual de los dos equipos sería el que llevaría adelante las acciones. A partir del gol, el equipo comenzó a crecer en volumen de juego, y a sumar más y más méritos, con Díaz y Barrientos siempre cerca de la pelota, con una defensa muy firme (imposible destacar a uno por encima de otro), y con un interesante recorrido de Poggi y Franzoia, sumado al toque distintivo que siempre aporta Sánchez Prette.

Bajo ese esquema, Racing hacía agua por todos lados: le costaba hilvanar si quiera una llegada de peligro y sufría muchísimo el toque de Huracán en el medio (así como las proyecciones de Nadal), e incluso los pelotazos frontales de Barovero para Mendoza. En este punto, debemos destacar la labor del arquero de Huracán no solo para salir jugando rápido, sino también para mantenerse atento ante las aisladísimas acciones que sumaba la visita, que no por ello dejaban de ser peligrosas.

Así las cosas, el equipo de Ardiles tuvo varias de peligro: un par de remates de Franzoia, un cabezazo de Puertas, que se fue cerca del primer palo, y también alguna contra iniciada en los pies de Poggi; pero le faltaba efectividad para aumentar el tanteador, y también algo de simpleza: las descargas eran tan anunciadas, que el equipo incurría sistemáticamente en el fuera de juego, aún en un campo de dimensiones tan pequeñas.

Sin embargo Huracán era el único de los dos que intentaba jugar, y mucho más después de superada la mitad del PT, cuando Claudio López se fue expulsado tras insultar al juez de línea mientras discutía con el árbitro. A partir de ahí, Racing resignó todo juego asociado arriba, y se dedicó a tirar pelotazos sin destino alguno, y, sobre todo, a cometer muchísimas infracciones (preso de un gran nerviosismo), que terminaron ensuciando el final de la primera mitad. El Globo merecía irse arriba por más goles, pero no es el fútbol deporte de merecimientos: Franzoia y Mendoza debían tranquilizarse arriba y aprovechar el desconcierto defensivo de la visita, para asegurar definitivamente tres puntos por demás vitales.

En el ST, las cosas se iniciaron de modo similar: Huracán sumaba más y más situaciones de peligro, aunque esta vez aprovechando mucho los espacios que Racing, parado con línea de tres, dejaba en el fondo. Sin embargo, el equipo seguía dejando pasar una tras otra las chances de gol, aún con Nieto y Barijho ya en cancha, habilitando la posibilidad de que el equipo de Costas se adelantara, aunque siempre en forma mínima, sin traer claro peligro al arco de Barovero.

En ese momento, fueron claves las marcas tanto de Barrientos en defensa como de Franzoia en el campo contrario, ambos siempre prestos a ensuciar la salida del rival y a recuperar pelotas que quitaban a Racing toda posibilidad de salir jugando. Con un equipo siempre al borde de definirlo, pero nunca concretando, y otro carente de toda idea, el partido entró en una meseta cuando promediaba el ST, volviéndose chato, previsible y también, como preanunciando el final, cada vez más violento. Esto último se manifestaba, sobre todo, en figuras como Bastía y, hay que decirlo, Sánchez Prette, numero puesto en cualquier discusión, por más intrascendente que fuere. Sin lugar a dudas, siguen siendo ese tipo de actitudes el gran punto a corregir por el volante cordobés, por cuanto en lo estrictamente futbolístico sigue demostrando ser distinto al resto.

El partido había entrado en una meseta decíamos más arriba, y vaya si se agitarían las cosas después, de cara al final del partido, generando un fuerte impacto y contrastando los dos momentos. Todo empezó a los 32 minutos, cuando el Franco Sosa se fue expulsado en Racing, tras cometer una infracción absolutamente desmedida sobre Nadal. Con este último aún en el suelo dolorido por el golpe, y con Sosa retirándose, naturalmente, sin protestar, se desató una fuerte gresca en la mitad de la cancha, que incluyó a auxiliares, jugadores titulares y suplentes, y a una innumerable cantidad de personas ajenas al partido. El saldo del episodio lo pagó el equipo de Costas, puesto que Estévez, recientemente ingresado, dejó a su equipo con ocho jugadores, tras protagonizar una pelea con un auxiliar local.

Después del escándalo, y con una diferencia de tres hombres en cancha, Huracán vio simplificada su tarea de definir el partido, y encontró la efectividad necesaria rápidamente. El segundo gol llegó por intermedio de Nieto apenas reanudado el encuentra, y tras una gran escalada de Nadal por izquierda. Acto seguido, y con Racing totalmente fuera del partido, fue Sánchez Prette, con pase de Barijho, quien se encargó de sellar el tres a cero, resultado que Huracán merecía desde mucho tiempo antes, y que debía haber conseguido ya antes de las expulsiones en la visita.

Fuera de esto último, nada puede opacar el triunfo ante Racing: por lo claro, porque se cierra con dos triunfos (ante el equipo de Avellaneda y River) ese torneo aparte que son los clásicos, por haber superado el objetivo de los 25 puntos y, fundamentalmente, para empujar la continuidad de Ardiles, cuyo proceso de trabajo (sumado al de Mohamed) ha permitido a Huracán no solo comenzar a cerrar un gran torneo (poco considerado por la impresionante campaña de Tigre, otro de los ascendidos), sino también a generar un afianzamiento en el equipo y en los rendimientos individuales de varios jugadores importantísimos.

Con todos esos alicientes, suena casi ridículo decir que Huracán está por encima de cualquier discusión o malentendido entre personas, pero, casi como un karma del que no logramos desprendernos nunca, tenemos que volver a decirlo. Es el deseo de todos, que esta vez sí la máxima “Huracán por sobre los hombres” cunda en la practica.

Se va, lo van o se queda?
El hasta hoy DT del Globo, Osvaldo Ardiles, fue citado por la dirigencia para que se presente el lunes a las 19 h en la Sede Social con el fin de intentar aclarar cuales son los motivos reales de su enojo con el presidente Carlos Babington, que lo motivó a declarar su malestar en varios medios de prensa. Aunque las partes no lo terminan de afirmar, creemos que el DT ya tendría una decisión de no continuar una vez que finalice el Apertura y a su vez también los dirigentes querrían que se vaya. Lo lamentable es que nada tiene que ver la labor profesional del Pitón en este incidente, ya que el equipo fue de menor a mayor y superó holgadamente el objetivo trazado al principio de año. Por eso el público quemero cantó "Ardiles no se va" en reconocimiento al buen trabajo realizado.

El Sifón es de todos
El capitán quemero salió a la cancha acompañado por sus dos hijas, una vistiendo la camiseta de Racing y la otra la del Globo. Recibió en los minutos previos al comienzo del partido una plaqueta en reconocimiento a sus 55 partidos vistiendo la camiseta del globo. La misma fue entregada por el presidente Carlos Babington. Úbeda, que fue ovacionado por ambas hinchadas, está muy identificado con La Academia en donde jugó 329 encuentros. El de ayer fue el último partido del torneo del experimentado defensor, ya que Beligoy le mostró la quinta amarilla y deberá purgar una fecha de suspensión, por lo que se perderá el partido ante Vélez. Será el sucesor de Ardiles?

Dos en capilla
El Globo llegó a la última fecha del Apertura con dos jugadores al límite de amonestaciones, ya que Hugo Barrientos acumula 9 amarillas y en caso de recibir una más ante Vélez recibirá dos fechas de suspensión. El otro caso es el del arquero Marcelo Barovero, que acumula 4 amarillas y en caso de recibir una más se perderá la primera fecha del Clausura. Por otra parte, Paolo Goltz, que fuera expulsado ante Estudiantes, fue sancionado con una sola fecha de suspensión y podrá jugar la última fecha en Liniers. El único jugador que no podrá estar a disposición para la última fecha es Claudio Úbeda, quien llegó a la quinta amarilla.

Comentario: Julián Mónaco


1 comentario:

Cristian González dijo...

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Gracias.