Últimos Posts

17 junio 2007

Lotto 9

San Martín se sacó la grande en la última jugada, con un regalo que Tonelotto convirtió en gol y en locura.


Fuente:

PABLO PISANI

por instinto, esperando lo inesperado. Un rechazo de Goltz se convirtió en centro y a Tonelotto le cayó de regalo el gol del triunfo, el ascenso, el festejo más emotivo de su vida, la tapa de los diarios, la historia... "Es increíble lo que viví, por cómo se dio... Me trajeron para hacer goles y aparecí en el momento justo", gritó el héroe de la noche sanjuanina entre lágrimas, en medio de la vuelta olímpica, con decenas de hinchas colgados sobre el 9 de su camiseta. El 9 de la suerte, el 9 que hizo rica (de alegría y de orgullo) a toda una provincia.

San Martín cambió la historia en ocho minutos. Parecía resignado hasta el tiro libre de Brusco a los 45. "Ese gol fue clave porque estábamos muertos", reconoció Luis. Después de ese milagro, todos esperaban el alargue. El local, más entero física y emocionalmente. Pero Tonelotto no le sacó la mira al gol. Y a los 53, en el instante final de la final, se sacó el pozo acumulado, con una media vuelta incómoda y poco estética pero con toneladas de oficio para girar en el área y ganarle a un pesado como Ubeda. San Juan explotó, el 9 corrió hacia el banco, los hinchas invadieron el campo, Teté Quiroz lloraba en la mitad de la cancha... El goleador, en medio de la euforia, caminaba semi desnudo hacia la platea, se sacaba fanáticos de encima como si fueran defensores para tratar de llegar hasta su familia y darle un beso a su hijito. "Tengo un par de ascensos pero este es el más importante de mi vida, porque lo conseguí a los 29 años, por toda esta gente que confió en mí. Este equipo se merecía subir a Primera".

En el vestuario, mientras Pablo Cuba le daba al redoblante, sonaba el "Tonelotto, Tonelotto", para que el punta se metiera en el centro de la ronda a saltar y a bailar batucada. Así, fueron pasando de a uno. Cuando el goleador se quedó a un costado, el presidente Jorge Miadosqui se acercó y le tiró: "Te faltó uno, eh". "¿Qué, no me vas a pagar igual?", respondió Luis. El había prometido una suma de goles cuando llegó a San Martín. Nunca había dicho cuántos, pero ayer develó que eran 18, uno menos de los que gritó en la temporada. Claro, el último vale por dos...

En el destino de Tonelotto, Huracán también ocupa un lugar importante. El delantero se inició en San Lorenzo y varias veces amargó a Huracán, en las Inferiores del Ciclón y en Primera con otras camisetas (Almagro y Chacarita), aunque anoche le dio el golpe más duro a su rival de siempre. "Espero no fallar", había anticipado. Y no falló. Primero abrió el partido de penal y después lo cerró con un gol histórico.

La sirena de la autobomba que llevó al plantel hasta la plaza 25 de Mayo fue sumando a la fiesta a todo el pueblo, a toda la ciudad. La gente se asomaba por las ventanas y salía a la calle para saludar a los héroes de San Juan. Tonelotto, desde lo más alto del coche, disfrutaba la locura que había desatado con ese derechazo que puso a San Martín en Primera.

No hay comentarios.: