"En el tercer gol vi la cara de mi hijo"

A casi un año de la muerte de Faryd en un accidente de autos, el Turco, hombre de entrañas quemeras, empapó de emoción el ascenso de su querido Huracán.

Olé
DEMIAN MELTZER - SILVIO FAVALE

Veo a mi hijo y a mi papá festejando en el cielo esto que yo les había prometido". Una frase que mezcla felicidad con dolor, al igual que la imagen que contrapone un habano sin encender con su rostro sumergido en lágrimas. Sentimientos encontrados unidos por el fútbol. Ese es Antonio Mohamed, el técnico del Huracán que ya es de Primera y que, emocionado, recorría el césped del estadio de Mendoza. "Lo primero que recordé cuando Gordillo hizo el tercer gol fue la cara de mi hijo llorando en el Mundial y en la Promoción con Argentinos. A partir de ahí, no pude ver nada más". Un hombre que pasó por los peores momentos hace casi un año atrás, cuando Faryd, su hijo de nueve años, falleció el 4/7/06 en un accidente automovilístico en Alemania, durante el Mundial, y en el que él mismo sufrió fracturas en una de las piernas. Y ayer, casi sin pronunciar palabra por la emoción, quiso celebrar con sus afectos. Por eso, boina negra reluciente, encaró directo hacia la popular ocupada por la gente del Globo, donde estaban esperando su mujer Patricia y sus otros niños: Mayra (12 años), Yair (7) y Nashiv (5). Esa distancia que los separaba se hizo mínima cuando las miradas se fundieron con las de toda su familia. La historia de un luchador.

Volver. Radicado en México, el Turco debió volver al país en el 2005, por la muerte de su padre. Siempre contaba: "Esta pasión la heredé de mi viejo". Allí fue que lo tentaron para dirigir en Parque Patricios y no lo dudó. Debutó el 18/04/05 ante Gimnasia (J), 0-4 en Parque Patricios, y se quedó durante 57 juegos (22 PG, 12 PE y 23 PP). Corrió mucha agua bajo del puente hasta su segundo arribo al Globo, aquel 16/10/06 en cancha de Ferro, en el que vencieron 1-0 a Unión, mientras Maradona observaba desde la platea. "Ahora, arreglátelas solo", le dijo el 10, luego de que le ofreciera, sin éxito, dirigir el Showbol. Y vaya que el Turco le hizo caso a esas sabias palabras... Tuvo que remar contra la corriente, con un barco que parecía a la deriva, tras la salida de Chiche Sosa. Sin embargo, a base de buenas campañas (32 partidos; 20 PG, 8 PE y 4 PP) tapó los agujeros y orientó al club a apuntar bien alto. Siempre de la mano del hincha, quien, fiel a su corazón y al recuerdo de su paso como jugador, jamás le dio la espalda. Una relación que los llevó a no claudicar y cumplir el sueño de subir a Primera. Así, los 6.000 Quemeros presentes compartieron las lágrimas con el Turco. Claro, fue un amor compartido...

El aliento popular bajaba cargado de euforia; Mohamed ponía mirada fija en el cielo y los brazos extendidos hacia arriba con cada grito de gol. A medida que la aguja del reloj se acercaba al final, ya no atinaba a dar directivas, sólo lagrimeaba. La explosión emocional comenzaba con antelación al silbato final. Ese habano tenía los minutos contados... Mezcla de agradecimiento y desahogo del técnico en esos abrazos a cada integrante del banco, esperando poder compartirlos también con sus soldados de dentro de la cancha. Y ese instante finalmente llegó, y con él el tan esperado boleto a Primera. "Ahora quiero que me recuerden como entrenador y trabajo todos los días para eso". Deseo cumplido...

Por ellos vive, sueña y festeja

En la cabecera, mezclados con 6.000 Quemeros, estuvo la familia: su señora, Patricia (con el turbante), y sus hijos Yair, Nashiv y Mayra. Se acercó a ellos al final del partido.

El apoyo de Diego

Fue el 16/10/2006, en Ferro. Después de la tragedia, el Turco asumió como DT en un 1-0 a Unión. Maradona estuvo presente para apoyar.

4 finales perdidas

Gimnasia (J), Instituto, Argentinos y San Martín (SJ) le habían ganado finales al Turco DT.

¿Qué será de ti, Antonio?

El abrazo para las cámaras con Babington fue sólo eso. La relación entre Mohamed y el presidente sigue cortada, y la intención del Turco de partir sigue vigente. Ahora se va a México a recibir un premio. Después, Grondona lo invitó a ver la Copa América, y se dice que le ofrecerá ser DT de juveniles. Pero eso sería para el 2008, por eso intentarían convencerlo para que se quede un torneo más.