El plantel se concentrará en el hotel Howard Johnson de San Juan, buscando toda las paz del mundo para salir a enfrentar el encuentro decisivo del sábado. Cuando todos suponíamos que Mohamed una vez más haría suyo el axioma "equipo que gana no se toca", el Turco hizo muestra de pragmatismo y decidió un cambio para reforzar el fondo y la mitad de la cancha y, fundamentalmente, para tratar de cortar el circuito futbolístico de los sanjuaninos, quienes seguramente intentarán llenarnos de centros para hacer prevalecer su mejor juego aéreo. La entrada de Goltz en el fondo suponemos que no será para armar de entrada la línea de 4, sino que servirá para liberar a Cellay y permitirle tomar a Roth (el conductor de San Martín) más cerca de la mitad de la cancha. Los análisis previos de mucho no sirven, así que esperando ganar o empatar para traernos una A en el micro o el avión, (recordemos que no hay ventaja deportiva ni valen doble los goles de visitante, así que perdiendo por un gol hay alargue y penales, y por más de un gol . . .), estos son los once que cimientan nuestra ilusión que larga el sábado 18:20 en San Juan con arbitraje de Daniel Giménez:
Fuente
Semanario Quemero
PROBABLE FORMACIÓN TITULAR
Leo Díaz
Paolo Goltz, Claudio Úbeda, Cristian Díaz
Gerardo Solana, Christian Cellay , Hugo Barrientos, Federico Poggi
, Walter Coyette,
Mauro Milano, Joaquín Larrivey
El Banco de los suplentes suponemos que estará integrado de la siguiente forma:
Elías Gómez, Cristian Sánchez Prette, Raúl Gordillo, Hernán Vigna y Héctor Núñez.
Néstor “Pipo” Rossi
Hoy, 13 de junio de 2007, nos dejó hoy físicamente, El Gritón de América, que había nacido el 10 de mayo de 1925.
Debutó en Ríver en 1945 en la famosa “Máquina”
Con la Selección Argentina salió campeón de la Copa América en 1947 y 1957 y participó en el Mundial de Suecia en 1958.
Era el típico Nº 5 de la época.Llegó a Huracán en 1959 en su doble carácter de jugador y de Director Técnico, haciendo allí sus primeras armas en la conducción. Jugó 54 partidos y marcó 1 gol.
Luego lo fue también en Ríver, Racing, Atlanta, All Boys y Boca.
Para recordarlo, irrespetuosamente tomamos unos párrafos de “El último centrojás” de Juan Sasturain, que si bien no está dedicado a él, menciona a Néstor Rossi como el ejemplo de ese puesto, que parecía hecho a medida de Pipo.
Porque el centrojás es -o fue, mejor- en nuestro fútbol, mucho más que un puesto o una camiseta: fue un tipo humano. Hecho de actitudes, pinta y pierna fuerte que los comentaristas llamaban personalidad, el centrojás fue redondeando una imagen casi tangencial con la figura sociológica del compadre porteño. Suma de hombría y noble autoritarismo.
El centrojás fue, en la cancha, el dueño de la pelota. Con ella en los pies o bajo el brazo, detentaba un poder natural que el referí -esa especie de abogadito o delegado papelero de una Ley sin sangre- intentaba encauzar negociando, arriesgándose a un conflicto, siempre al borde de la claudicación o el estallido.
Rossi, talentoso, grandote e impotente como un transatlántico. Como buen centrojás, era casi naturalmente capitán del equipo. Más allá de estadísticos brazaletes, ejercía un liderazgo caudillesco que lo convertía en propietario monopólico de la palabra dentro del campo, en una especie de aduana móvil de cuanta pelota circulara entre las dos áreas.
Fuente
Semanario Quemero
PROBABLE FORMACIÓN TITULAR
Leo Díaz
Paolo Goltz, Claudio Úbeda, Cristian Díaz
Gerardo Solana, Christian Cellay , Hugo Barrientos, Federico Poggi
, Walter Coyette,
Mauro Milano, Joaquín Larrivey
El Banco de los suplentes suponemos que estará integrado de la siguiente forma:
Elías Gómez, Cristian Sánchez Prette, Raúl Gordillo, Hernán Vigna y Héctor Núñez.
Néstor “Pipo” Rossi
Hoy, 13 de junio de 2007, nos dejó hoy físicamente, El Gritón de América, que había nacido el 10 de mayo de 1925.
Debutó en Ríver en 1945 en la famosa “Máquina”
Con la Selección Argentina salió campeón de la Copa América en 1947 y 1957 y participó en el Mundial de Suecia en 1958.
Era el típico Nº 5 de la época.Llegó a Huracán en 1959 en su doble carácter de jugador y de Director Técnico, haciendo allí sus primeras armas en la conducción. Jugó 54 partidos y marcó 1 gol.
Luego lo fue también en Ríver, Racing, Atlanta, All Boys y Boca.
Para recordarlo, irrespetuosamente tomamos unos párrafos de “El último centrojás” de Juan Sasturain, que si bien no está dedicado a él, menciona a Néstor Rossi como el ejemplo de ese puesto, que parecía hecho a medida de Pipo.
Porque el centrojás es -o fue, mejor- en nuestro fútbol, mucho más que un puesto o una camiseta: fue un tipo humano. Hecho de actitudes, pinta y pierna fuerte que los comentaristas llamaban personalidad, el centrojás fue redondeando una imagen casi tangencial con la figura sociológica del compadre porteño. Suma de hombría y noble autoritarismo.
El centrojás fue, en la cancha, el dueño de la pelota. Con ella en los pies o bajo el brazo, detentaba un poder natural que el referí -esa especie de abogadito o delegado papelero de una Ley sin sangre- intentaba encauzar negociando, arriesgándose a un conflicto, siempre al borde de la claudicación o el estallido.
Rossi, talentoso, grandote e impotente como un transatlántico. Como buen centrojás, era casi naturalmente capitán del equipo. Más allá de estadísticos brazaletes, ejercía un liderazgo caudillesco que lo convertía en propietario monopólico de la palabra dentro del campo, en una especie de aduana móvil de cuanta pelota circulara entre las dos áreas.
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