Como en el torneo pasado, el Globo le hizo un golazo por arriba a Chaca, esta vez con Hugo Barrientos. Le ganó 1-0 y continúa soñando con una segunda final.
Fuente:
NICOLAS MONTALA
Hubo un segundo capítulo. La secuencia se desarrolló en otro escenario (el anterior había sido la cancha de Almagro), pero con una trama similar. Fue el mismo verdugo e idéntica la víctima. Huracán, el del gol fastuoso. Chacarita, el que volvió a padecerlo. Se lo podría definir un globazo, versión dos. En el torneo pasado, el papel protagónico lo encarnó Sánchez Prette, con un bombazo desde 60 metros que se le coló por arriba a Bernacchia para sellar el 3-0. Ayer, la diferencia en la red resultó exigua, aunque también se desató un golazo de emboquillada. Esta vez, el frac se lo calzó Hugo Barrientos, con una guapeada que arrancó en el mediocampo y culminó con una joya: tras eludir a dos rivales, la picó de zurda por encima del arquero. Tre-men-do. Aunque... "Agarré la pelota, encaré y quise tirar el centro. Por suerte la metí por arriba".
Aplausos para la sinceridad de Barrientos, que bien podría haberse adjudicado la intención de colocarla allí. Más allá de su perla "involuntaria", no debe menospreciarse esa perlita porque resultó lo mejor de un partido con escasas emociones, sin acciones de relieve. Pareció fuera de contexto, llegó cuando muchos ya se imaginaban un 0-0 final después de un primer tiempo ordinario, en el que la destrucción prevalecía claramente por sobre los intentos de creación.
El local fue más. Chacarita hizo poco, nunca logró una buena maniobra colectiva. Sin embargo, a pesar de su planteo mezquino y a estar retrasado en el campo, complicó a Díaz con remates desde media o larga distancia, y hasta tuvo dos mano a mano desperdiciados por Alustiza. De todas maneras, en el global, Huracán dejó una mejor imagen. Hizo el mayor desgaste, atacó con más gente y procuró asociarse en el juego. En escasas oportunidades lo consiguió debido a que en los metros finales se desdibujó. Pero le alcanzó con el golazo de Barrientos. Y sigue soñando con meterse en la segunda final por el otro ascenso a Primera.
Fuente:
NICOLAS MONTALA
Hubo un segundo capítulo. La secuencia se desarrolló en otro escenario (el anterior había sido la cancha de Almagro), pero con una trama similar. Fue el mismo verdugo e idéntica la víctima. Huracán, el del gol fastuoso. Chacarita, el que volvió a padecerlo. Se lo podría definir un globazo, versión dos. En el torneo pasado, el papel protagónico lo encarnó Sánchez Prette, con un bombazo desde 60 metros que se le coló por arriba a Bernacchia para sellar el 3-0. Ayer, la diferencia en la red resultó exigua, aunque también se desató un golazo de emboquillada. Esta vez, el frac se lo calzó Hugo Barrientos, con una guapeada que arrancó en el mediocampo y culminó con una joya: tras eludir a dos rivales, la picó de zurda por encima del arquero. Tre-men-do. Aunque... "Agarré la pelota, encaré y quise tirar el centro. Por suerte la metí por arriba".
Aplausos para la sinceridad de Barrientos, que bien podría haberse adjudicado la intención de colocarla allí. Más allá de su perla "involuntaria", no debe menospreciarse esa perlita porque resultó lo mejor de un partido con escasas emociones, sin acciones de relieve. Pareció fuera de contexto, llegó cuando muchos ya se imaginaban un 0-0 final después de un primer tiempo ordinario, en el que la destrucción prevalecía claramente por sobre los intentos de creación.
El local fue más. Chacarita hizo poco, nunca logró una buena maniobra colectiva. Sin embargo, a pesar de su planteo mezquino y a estar retrasado en el campo, complicó a Díaz con remates desde media o larga distancia, y hasta tuvo dos mano a mano desperdiciados por Alustiza. De todas maneras, en el global, Huracán dejó una mejor imagen. Hizo el mayor desgaste, atacó con más gente y procuró asociarse en el juego. En escasas oportunidades lo consiguió debido a que en los metros finales se desdibujó. Pero le alcanzó con el golazo de Barrientos. Y sigue soñando con meterse en la segunda final por el otro ascenso a Primera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario