El Globo rescató un punto en su difícil excursión a La Plata supliendo la falta de fútbol (y de un jugador por expulsión de Goltz apenas comenzado el ST) con entrega y concentración. Perdía desde el primer tiempo cuando Piatti aprovechó un resbalón de Barovero y empató Cellay cuando el Globo ya estaba con 10, convirtiendo un penal que le habían cometido a Sánchez Prette. La emoción llegó a su punto máximo cuando Puertas despejó de taco, sobre la línea y sobre la hora, lo que era a todas luces el gol del triunfo Pincha. Multitud Quemera que rugió muchísimo más que el timorato León. La ovación de la noche se la dedicamos a Mariano Andújar.
Llevamos 24 puntos, seguimos sumando y la ilusión se renueva.
Por Facundo Gabari Macedo
El Globo y el León protagonizaron un lindo partido en La Plata, aunque fue un parto para los corazones quemeros. Las dimensiones del estadio, la cantidad de público local, el árbitraje, los nombres... Todo, en principio, estaba del lado del Pincharrata, pero este Huracán, con la actitud como único arma, supo dar vuelta las cosas.
Desde el inicio del partido, se empezaron a ver cosas que serían constantes durante toda la tarde. Primero, Sergio Pezzotta se encargó constantemente de cobrar todos los roces que se daban cerca del area de Huracán, como para que los locales tengan muchas chanches claras a través de los tiros libres. Segundo, la cancha presentaba unas dimensiones poco habituales para el Globo (la canchas de Huracán y la de Argentinos son más chicas), por lo que constantemente quedaban huecos y espacios por las bandas. Tercero, la cantidad no hace a la calidad: los 20 mil "leones" que había en la cancha, parecían gatitos recién nacidos y tímidos ante la presencia de un ser mucho más grande. Cuarto, y como era de suponerse, la "Bruja" Verón sería el dueño de los movimientos de Estudiantes, pero por suerte para Huracán estuvo casi todo el partido muy impreciso. Quinto, y último, el juego de Huracán: sin ideas futbolísticas, el Globo se dedicó a lo que más sabe, aguantando el partido cuando fue necesario, revoleándo la pelota hasta cuando no hacía falta, y buscando algún meteorito perdido para mandarla a guardar.
Así se jugó todo el partido, con un equipo local que tocaba la pelota de lado a lado y generaba situaciones, y un Huracán que apenas se acercaba al arco de Mariano Andujar ("para Andujar, la Selección!!"). En el primer tiempo, muchas chances tuvo el Pincha para abrir el marcador, pero constantemente fallaba en sus últimos pasos o se encontraba con Barovero. Además, la suerte estuvo del lado del Globo un par de veces, y rebotes que antes terminaban adentro, ayer salían para el costado. Sin embargo, cuando un equipo apuesta todo a defenderse, el más mínimo error puede salir muy caro. Así fue que tras una (otra) pelota perdida por Sánchez Prette "infantilmente" en la mitad de cancha, el local salió de contraataque y Piatti aprovechó un resbalón del arquero del Globo para marcar el primer gol del partido. Huracán, hasta ahí, no había pateado al arco, y sólo lo hizo una vez en la etapa inicial cuando Mendoza sacó un remate desde afuera del área que Andujar desvió al corner. Para colmo, la defensa quemera hacía agua y las amarillas ya condicionaban a todo el equipo.
En la segunda mitad, Huracán mejoró la actitud, pero cuando recién se movía la pelota Paolo Goltz recibió su segunda amarilla y dejó al Globo con un jugador menos. A partir de ahí, y ante el atento silencio de todos los hinchas locales, Estudiantes empezó a manejar la pelota a placer, sin profundidad, pero teniendo el partido controlado y sin sufrir llegadas en su arco. Ardiles decidió finalmente arriesgar, y mandó a la cancha a Nieto por Franzoia, que no tenía una buena tarde. Y en la jugada siguiente, tras un mal despeje del fondo pincharrata, Angelieri lo bajó Sánchez Prette en el área y Pezzotta, por primera vez en la tarde, le dio algo a Huracán que no sea en contra. Penal para el Globo ¡¡después de 22 partidos!! y Cellay clavó el empate. A partir de ese momento, y hasta el final del partido, más de lo mismo: Estudiantes moviendo la pelota de lado a lado pero sin profundidad, los hinchas locales en absoluto silencio, los huecos que aparecían por todos lados pero el Pincha no sabía aprovecharlos, Pezzotta cobrando todo lo que podía cerca de Barovero, y el Globo dejando todo en cada pelota para reventarla lo más lejos posible. Nadal y Castro ingresaron para reventarla un poco más lejos, y para que el poquitísimo fútbol que Poggi y Sánchez Prette podían aportar, no aparezca más. Sobre la hora, cuando se jugaban 47 minutos, un taquito sobre la línea de Puertas salvó al Globo de la derrota tras una muy mala salida de Barovero.
Empate, milagroso, en La Plata. Hay mucho para mejorar, pero también hay mucho para rescatar. Porque otra vez se empezó perdiendo, pero otra vez se pudo revertir. Porque volvimos a tener un penal a favor. Porque hace cuatro partidos que no perdemos. Porque el tramo más difícil del campeonato que tenía Huracán está siendo el más positivo. Porque con diez se le dió batalla a uno de los mejores equipos de la actualidad. Y porque ahora falta sólo un puntito para llegar a las bodas de plata.
Por Daniel Romero
Es verdad, hace mucho que no le ganamos a Estudiantes en La Plata, es verdad que en este esquema de 3 puntos por ganar y 1 por empatar, el empate se parece más a un castigo que a un premio, es verdad que ganarle al campón del año pasado es una motivación especial. Todo es cierto, tan cierto como que nos fuimos del Único de La Plata sin euforia, sin grandes festejos, pero con la sonrisa puesta en la cara de cada uno de los miles de quemeros que nos acercamos a la ciudad de las diagonales a alentar al Globo.
Apenas comenzado el partido no hubo mucha necesidad de análisis para darse cuenta de cómo iba a estar planteado el partido. El Globo esperando que Sánchez Prette generara "algo", esperando a ver si alguno de los desbordes de Poggi daban algún resultado positivo y confiando en que Barrientos y Díaz en la mitad y los cuatro del fondo aguantaran la habilidad de Piatti y los estiletazos que ponía Verón para las corridas de Salgueiro y Caggiano.
Por supuesto que todo esto es teoría pura. Porque las espaldas de Cellay eran una invitación al tránsito, Úbeda rechazaba como podía, a Goltz lo amonestaban por un manotazo, a Barrientos también por "ir fuerte" a "decirle" a Verón que no pise más la pelotita y la mitad de la cancha era de propiedad única y exclusiva del "Chapu" Braña, y ahí estuvo la clave del partido.
Que con ese panorama llegase el gol de Estudiantes no iba a sorprender a nadie, pero da bronca la forma en que llegó: Sánchez Prete se distrajo en la mitad de la cancha, Verón se la robó con llamativa facilidad y mandó uno de esos pelotazos al ras del piso que "duelen". Parecía pelota de Barovero, pero tal vez por la velocidad, la precisión, error de cálculo o no sé qué, el arquero acompañó el palotazo derrapando en el césped y Piatti desde ángulo cerrado convirtió el primero.
¿Huracán? Un tiro desde afuera de Mendoza que Mariano Andújar desvió por arriba(conmovedora la ovación que le prodigamos los hinchas de Huracán a otro hincha, como lo es Mariano, cuando vino a buscar ubicación al arco de nuestra tribuna).
Apenas comenzada la segunda mitad, y sin cambios aparentes en los esquemas y en el desarrollo, todo pareció complicarse cuando nos quedamos con 10 por la expulsión de Paolo Goltz por segunda amarilla. Inmediatamente Ardiles reaccionó y decidió hacer un cambio de estructura y de jugadores. Mandó a la cancha a Federico Nieto por Franzoia, buscando algo más de altura en el área de Andújar y armó una línea de tres sin reemplazar al expulsado.
Lo que siguió fueron unos minutos en los que el Globo suplió con actitud y ganas el hecho de haberse quedado en desventaja numérica tanto en "hombres" como en el marcador. Y así vino el penal que Angelleri le cometió a Sánchez Prette y la posterior conversión de Cellay. Detalle: Es el primer penal que nos pitan a favor desde nuestra vuelta a 1ª. El último que Cellay había pateado lo había atajado Migliardi en aquella noche del 0 a 0 con Ferro en Caballito.
Nueva "movida de estantería" de Ardiles: Entró Nadal, por un agotado Poggi, y nuevamente a armar "línea de 4" con Cellay por derecha, Puertas, Úbeda y el recién ingresado Nadal. Ahí vimos lo mejor de la dupla central, porque tanto el Sifón como Puertas fueron barreras infranqueables para las arremetidas Pinchas, que a esa altura jugaban con Verón como lanzador (casi como un líbero) y el resto "a la carga Barracas". En una de esas arremetidas, y cuando el reloj ya casi llegaba a los 45, vino la jugada que le puso nombre a este comentario. Barovero salió a cortar un centro y soltó la pelota que un jugador pincha punteó hacia la red. Era gol en los ojos de todos, salvo en el espíritu de "Ángel" de Puertas que se cruzó, se pasó y en un último recurso "de taquito" la pudo sacar apenas para que Úbeda complete la tarea.
Esta vez podemos decir que ganamos un punto. Sumamos 24, estamos tranquilos, pero creemos que Ardiles tiene mucho, muchísimo para trabajar en el receso para poder enfrentar el Clausura con tranquilidad y sumando puntos com objetivo primordial
Estudiantes 1: Andújar, Domínguez, Angeleri, Desábato, Pérez, Braña, Verón, Benítez, Piatti, Caggiano
Huracán 1: Barovero, Puertas, Goltz, Úbeda, Cellay, Díaz, Barrientos, Sánchez Prette, Poggi, Franzoia, Mendoza
Goles: 30'PT Pablo Piatti (Es), 22'ST Christian Cellay (Hu)
Cambios: 14'ST Pablo A. Lugüercio por Jeremías E. Caggiano, 19'ST Julio Barroso por Enzo N. Pérez, 21'ST Federico Nieto por Andrés Franzoia, 23'ST Ivan Nadal por C. Sanchez Prette, 28'ST Alexis N. Castro por Federico Poggi, 30'ST Moreno y Fabianesi por Leandro Desábato
Amonestados: 7'PT Christian Cellay (Hu) , 15'PT Leandro Benítez (Es) , 15'PT Hugo A. Barrientos (Hu) , 28'PT Paolo Goltz (Hu) , 38'ST Marcelo A. Barovero (Hu) , 48'ST Ivan Nadal (Hu)
Expulsados: 8'ST Paolo Goltz (Hu)
Estadio: Ciudad de La Plata
Juez: Sergio Pezzota (Localista al extremo, inclinó la cancha con sanciones "raras" en los últimos minutos)
Quemeros: 5,000
Fuente
Semanario Quemero
Llevamos 24 puntos, seguimos sumando y la ilusión se renueva.
Por Facundo Gabari Macedo
El Globo y el León protagonizaron un lindo partido en La Plata, aunque fue un parto para los corazones quemeros. Las dimensiones del estadio, la cantidad de público local, el árbitraje, los nombres... Todo, en principio, estaba del lado del Pincharrata, pero este Huracán, con la actitud como único arma, supo dar vuelta las cosas.
Desde el inicio del partido, se empezaron a ver cosas que serían constantes durante toda la tarde. Primero, Sergio Pezzotta se encargó constantemente de cobrar todos los roces que se daban cerca del area de Huracán, como para que los locales tengan muchas chanches claras a través de los tiros libres. Segundo, la cancha presentaba unas dimensiones poco habituales para el Globo (la canchas de Huracán y la de Argentinos son más chicas), por lo que constantemente quedaban huecos y espacios por las bandas. Tercero, la cantidad no hace a la calidad: los 20 mil "leones" que había en la cancha, parecían gatitos recién nacidos y tímidos ante la presencia de un ser mucho más grande. Cuarto, y como era de suponerse, la "Bruja" Verón sería el dueño de los movimientos de Estudiantes, pero por suerte para Huracán estuvo casi todo el partido muy impreciso. Quinto, y último, el juego de Huracán: sin ideas futbolísticas, el Globo se dedicó a lo que más sabe, aguantando el partido cuando fue necesario, revoleándo la pelota hasta cuando no hacía falta, y buscando algún meteorito perdido para mandarla a guardar.
Así se jugó todo el partido, con un equipo local que tocaba la pelota de lado a lado y generaba situaciones, y un Huracán que apenas se acercaba al arco de Mariano Andujar ("para Andujar, la Selección!!"). En el primer tiempo, muchas chances tuvo el Pincha para abrir el marcador, pero constantemente fallaba en sus últimos pasos o se encontraba con Barovero. Además, la suerte estuvo del lado del Globo un par de veces, y rebotes que antes terminaban adentro, ayer salían para el costado. Sin embargo, cuando un equipo apuesta todo a defenderse, el más mínimo error puede salir muy caro. Así fue que tras una (otra) pelota perdida por Sánchez Prette "infantilmente" en la mitad de cancha, el local salió de contraataque y Piatti aprovechó un resbalón del arquero del Globo para marcar el primer gol del partido. Huracán, hasta ahí, no había pateado al arco, y sólo lo hizo una vez en la etapa inicial cuando Mendoza sacó un remate desde afuera del área que Andujar desvió al corner. Para colmo, la defensa quemera hacía agua y las amarillas ya condicionaban a todo el equipo.
En la segunda mitad, Huracán mejoró la actitud, pero cuando recién se movía la pelota Paolo Goltz recibió su segunda amarilla y dejó al Globo con un jugador menos. A partir de ahí, y ante el atento silencio de todos los hinchas locales, Estudiantes empezó a manejar la pelota a placer, sin profundidad, pero teniendo el partido controlado y sin sufrir llegadas en su arco. Ardiles decidió finalmente arriesgar, y mandó a la cancha a Nieto por Franzoia, que no tenía una buena tarde. Y en la jugada siguiente, tras un mal despeje del fondo pincharrata, Angelieri lo bajó Sánchez Prette en el área y Pezzotta, por primera vez en la tarde, le dio algo a Huracán que no sea en contra. Penal para el Globo ¡¡después de 22 partidos!! y Cellay clavó el empate. A partir de ese momento, y hasta el final del partido, más de lo mismo: Estudiantes moviendo la pelota de lado a lado pero sin profundidad, los hinchas locales en absoluto silencio, los huecos que aparecían por todos lados pero el Pincha no sabía aprovecharlos, Pezzotta cobrando todo lo que podía cerca de Barovero, y el Globo dejando todo en cada pelota para reventarla lo más lejos posible. Nadal y Castro ingresaron para reventarla un poco más lejos, y para que el poquitísimo fútbol que Poggi y Sánchez Prette podían aportar, no aparezca más. Sobre la hora, cuando se jugaban 47 minutos, un taquito sobre la línea de Puertas salvó al Globo de la derrota tras una muy mala salida de Barovero.
Empate, milagroso, en La Plata. Hay mucho para mejorar, pero también hay mucho para rescatar. Porque otra vez se empezó perdiendo, pero otra vez se pudo revertir. Porque volvimos a tener un penal a favor. Porque hace cuatro partidos que no perdemos. Porque el tramo más difícil del campeonato que tenía Huracán está siendo el más positivo. Porque con diez se le dió batalla a uno de los mejores equipos de la actualidad. Y porque ahora falta sólo un puntito para llegar a las bodas de plata.
Por Daniel Romero
Es verdad, hace mucho que no le ganamos a Estudiantes en La Plata, es verdad que en este esquema de 3 puntos por ganar y 1 por empatar, el empate se parece más a un castigo que a un premio, es verdad que ganarle al campón del año pasado es una motivación especial. Todo es cierto, tan cierto como que nos fuimos del Único de La Plata sin euforia, sin grandes festejos, pero con la sonrisa puesta en la cara de cada uno de los miles de quemeros que nos acercamos a la ciudad de las diagonales a alentar al Globo.
Apenas comenzado el partido no hubo mucha necesidad de análisis para darse cuenta de cómo iba a estar planteado el partido. El Globo esperando que Sánchez Prette generara "algo", esperando a ver si alguno de los desbordes de Poggi daban algún resultado positivo y confiando en que Barrientos y Díaz en la mitad y los cuatro del fondo aguantaran la habilidad de Piatti y los estiletazos que ponía Verón para las corridas de Salgueiro y Caggiano.
Por supuesto que todo esto es teoría pura. Porque las espaldas de Cellay eran una invitación al tránsito, Úbeda rechazaba como podía, a Goltz lo amonestaban por un manotazo, a Barrientos también por "ir fuerte" a "decirle" a Verón que no pise más la pelotita y la mitad de la cancha era de propiedad única y exclusiva del "Chapu" Braña, y ahí estuvo la clave del partido.
Que con ese panorama llegase el gol de Estudiantes no iba a sorprender a nadie, pero da bronca la forma en que llegó: Sánchez Prete se distrajo en la mitad de la cancha, Verón se la robó con llamativa facilidad y mandó uno de esos pelotazos al ras del piso que "duelen". Parecía pelota de Barovero, pero tal vez por la velocidad, la precisión, error de cálculo o no sé qué, el arquero acompañó el palotazo derrapando en el césped y Piatti desde ángulo cerrado convirtió el primero.
¿Huracán? Un tiro desde afuera de Mendoza que Mariano Andújar desvió por arriba(conmovedora la ovación que le prodigamos los hinchas de Huracán a otro hincha, como lo es Mariano, cuando vino a buscar ubicación al arco de nuestra tribuna).
Apenas comenzada la segunda mitad, y sin cambios aparentes en los esquemas y en el desarrollo, todo pareció complicarse cuando nos quedamos con 10 por la expulsión de Paolo Goltz por segunda amarilla. Inmediatamente Ardiles reaccionó y decidió hacer un cambio de estructura y de jugadores. Mandó a la cancha a Federico Nieto por Franzoia, buscando algo más de altura en el área de Andújar y armó una línea de tres sin reemplazar al expulsado.
Lo que siguió fueron unos minutos en los que el Globo suplió con actitud y ganas el hecho de haberse quedado en desventaja numérica tanto en "hombres" como en el marcador. Y así vino el penal que Angelleri le cometió a Sánchez Prette y la posterior conversión de Cellay. Detalle: Es el primer penal que nos pitan a favor desde nuestra vuelta a 1ª. El último que Cellay había pateado lo había atajado Migliardi en aquella noche del 0 a 0 con Ferro en Caballito.
Nueva "movida de estantería" de Ardiles: Entró Nadal, por un agotado Poggi, y nuevamente a armar "línea de 4" con Cellay por derecha, Puertas, Úbeda y el recién ingresado Nadal. Ahí vimos lo mejor de la dupla central, porque tanto el Sifón como Puertas fueron barreras infranqueables para las arremetidas Pinchas, que a esa altura jugaban con Verón como lanzador (casi como un líbero) y el resto "a la carga Barracas". En una de esas arremetidas, y cuando el reloj ya casi llegaba a los 45, vino la jugada que le puso nombre a este comentario. Barovero salió a cortar un centro y soltó la pelota que un jugador pincha punteó hacia la red. Era gol en los ojos de todos, salvo en el espíritu de "Ángel" de Puertas que se cruzó, se pasó y en un último recurso "de taquito" la pudo sacar apenas para que Úbeda complete la tarea.
Esta vez podemos decir que ganamos un punto. Sumamos 24, estamos tranquilos, pero creemos que Ardiles tiene mucho, muchísimo para trabajar en el receso para poder enfrentar el Clausura con tranquilidad y sumando puntos com objetivo primordial
Estudiantes 1: Andújar, Domínguez, Angeleri, Desábato, Pérez, Braña, Verón, Benítez, Piatti, Caggiano
Huracán 1: Barovero, Puertas, Goltz, Úbeda, Cellay, Díaz, Barrientos, Sánchez Prette, Poggi, Franzoia, Mendoza
Goles: 30'PT Pablo Piatti (Es), 22'ST Christian Cellay (Hu)
Cambios: 14'ST Pablo A. Lugüercio por Jeremías E. Caggiano, 19'ST Julio Barroso por Enzo N. Pérez, 21'ST Federico Nieto por Andrés Franzoia, 23'ST Ivan Nadal por C. Sanchez Prette, 28'ST Alexis N. Castro por Federico Poggi, 30'ST Moreno y Fabianesi por Leandro Desábato
Amonestados: 7'PT Christian Cellay (Hu) , 15'PT Leandro Benítez (Es) , 15'PT Hugo A. Barrientos (Hu) , 28'PT Paolo Goltz (Hu) , 38'ST Marcelo A. Barovero (Hu) , 48'ST Ivan Nadal (Hu)
Expulsados: 8'ST Paolo Goltz (Hu)
Estadio: Ciudad de La Plata
Juez: Sergio Pezzota (Localista al extremo, inclinó la cancha con sanciones "raras" en los últimos minutos)
Quemeros: 5,000
Fuente
Semanario Quemero
No hay comentarios.:
Publicar un comentario