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07 noviembre 2007

Empate Clasico

Era el partido más esperado por todos. Habían pasado más de cuatro años sin verse las caras, sin vivir la clásica rivalidad que tanto los separa. El Globo visitó el Nuevo Gasómetro y se trajo un justo punto a Parque de los Patricios. Al comienzo, Bottinelli abrió la cuenta para los locales, mientras que Paolo Goltz selló el resultado con un cabezazo sobre el final de la primera parte. Y si bien el trámite del partido fue parejo, el hincha quemero se quedó con la sensación de que si se animaba un poco más sobre el final, lo podría haber ganado. La próxima, con River






Mucho se habló y mucho se escribió en la previa del clásico más esperado de los cuatro que se jugaron en la fecha. Y al momento en que empezó a rodar la pelota todo eso quedó atrás. Huracán y San Lorenzo reeditaron un nuevo clásico acompañados por una multitud de ambos lados que le dio color y festejo al clásico. Al principio, fue el local quien amagó con arrasar gracias al frentazo de Bottinelli a los tres minutos de iniciado el partido. Pero el Globo no se amedrentó, infló el pecho, consiguió la igualdad y hasta lo pudo haber ganado.

Con el resultado adverso desde el vestuario, como tantas veces le sucedió a Huracán en este campeonato, fue el Globo quien se adueñó de la pelota. La línea de volantes controlaba el partido pero le faltaba profundidad para inquietar a Orión. Contrariamente a lo que se esperaba, los dirigidos por Ramón Díaz se retrasaron en el campo y le cedieron la pelota al Globo. Barrientos manejaba el medio sin mayores contratiempos y Poggi por la izquierda (en la segunda parte explotó el otro flanco) y Franzoia arrancando desde tres cuartos de cancha eran los más punzantes del ataque quemero. El conjunto Quemero sufrió mucho las pelotas paradas y cada centro enviado al área era una preocupación. Paradójicamente, esa fue la vía para llegar al empate. Sánchez Prette mandó un profundo centro directo a la cabeza de Goltz que le desvió la trayectoria al balón y dejó inmóvil a Orión. El defensor entrerriano, quien convirtió su primer gol en Primera justo en el Clásico y en el partido número 100 con la casaca de Huracán, corrió a festejarlo con toda la parcialidad visitante que se encontraba en una de las cabeceras del estadio.

Ya en la segunda parte, el trámite del partido se hizo más deslucido. Las situaciones de peligro escasearon y cada vez más los dos se iban abrazando a la igualdad. Ni si quiera la apuesta ofensiva de Ramón Díaz con los ingresos de Gastón Fernández y Romeo le dio resultado. Ni el golpe de escena del Pitón Ardiles con el ingreso Chipi Barijho. El delantero ex Boca jugó un partido aparte. Volvió loco a los rivales (provocó la expulsión de Rivero), al árbitro y al público local. Siempre respaldado por el canto de la parcialidad quemera. Futbolsíticamente, mostró poco.

Los últimos minutos corrieron sin mayores sobresaltos y ambos equipos sabían que el empate no se iba a modificar. Con este resultado, el Globo se encolumna en el pelotón del medio y el próximo domingo recibe a River.

Por último, cabe mencionar que para la próxima fecha, Ardiles no podrá contar con Cellay, quien llegó a la quinta amarilla.

El plantel vuelve a entrenar mañana martes, a la tarde, en el Campo de Deportes de La Quemita

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