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19 junio 2007

Huracán duele

Amor enfermizo

No se como canalizar el dolor. Se me ocurrio escribir estas lineas y compartirlas con otros quemeros que como yo estaban devastados. No esperen palabras de esperanza, esto fue escrito poco después de perder el sabado antes de la promoción. Aca van a encontrar dolor que lo provoca un amor enorme por el globo. Mas de una vez habran escuchado o leido esto con respecto a las relaciones entre hombres y mujeres, pero este es distinto. Enloquecemos por una camiseta y todo lo que representa y todo lo que queremos que represente. Si lo pensamos friamente es una locura que gastemos tanta energias , lagrimas y horas en un equipo de futbol .Pero lo hacemos igual.

Uno quiere transmitir esta enfermedad a hijos, sobrino, nietos , esposas, novias y cualquiera que pueda acompañarnos.

La esperanza es lo último que se pierde dicen. Yo casi la perdi. Siempre en el fondo algo de esperanza hay, pero, sin dudas, cada vez menos.

Huracán duele. Y mucho. Lo quiero y lo voy a querer siempre. Pero en este momento siento que debo alejarme un poco. Por un tiempo no quiero saber nada. Será como a un pariente que por un tiempo no ves. Esto que me pasa a mi en este momento, recuerdo haberlo escuchado en la boca de otras personas y en su momento no lo entendia. Ahora si. Son muchas frustraciones, cuando parece que sale de terapia intensiva, recae una vez mas.

Aquí podria volver a escuchar eso de meterte en la politica del club. Es desgastante y siempre ganan las mafias que dicen querer a huracán y solo saben hacer negocios chiquitos como el cerebro y el corazón que tienen. Aclaración importante: si esa mafia lleva a Huracán a campeón de la Libertadores, no me importa. Ojala lo hicieran, a mi me interesa el globo, esa idea abstracta que lamentablemente choca con la realidad.

Exageraré en lo que digo pero es como cuando tenes un familiar muy cercano con una enfermedad muy seria y te duele verlo. Estoy impotente.

Creo sentirme asi.

Hasta la próxima globo,

Martin (31 años)

Fernando (37 años)

Quemeros por que quisisimos

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