Huracán no, Zonda

Una ráfaga sanjuanina de tres goles en cinco minutos puso al Globo al borde del nocaut. A los 47, Coyette metió su segundo y dejó el juego abierto para la vuelta.

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Huracán lo tenía. No sufría para bancar el 1-0 con que se encontró Coyette a los 25. Pero se le vino la noche. San Martín se lo arrebató en el segundo, en cinco minutos. Le metió tres goles, no uno. Era una catástrofe, un bajón repentino e inesperado. ¿Caso cerrado? No, a los 47 apareció nuevamente Coyette y dejó abierta la serie, con la mínima diferencia para la revancha del sábado en Parque Patricios.

Por esos vaivenes, el partido de ida en San Juan puede partirse claramente en tres a la hora del análisis. La primera fue del arranque a la mitad del segundo tiempo, cuando Huracán estuvo bien parado, sólido, sin la necesidad de empapar demasiado la camiseta, con una línea de tres que se convertía en cuatro y cuatro volantes que se volvían cinco cuando se retrasaba Coyette. Y el mismo Coyette, en una buena jugada de Llamos, encontró la ventaja. Aunque dos titulares se le cayeron, el equipo de Mohamed supo reacomodarse y bancar la diferencia hasta la mitad del segundo. No tenía le pelota, pero tampoco le preocupaba, por la poca profundidad de su rival.

A pesar de la levantada progresiva de los sanjuaninos, apoyada en el despliegue físico que viene disimulando problemas futbolísticos, la segunda parte en que se divide este partido tuvo cinco minutos. Cinco minutos en los que San Martín fue un viento zonda que zamarreó al Globo, con una secuencia de tres goles al hilo. No hubo tiempo para nada, ni para que la gente local se acomodara en sus asientos después de cada gol, bien pegaditos. Primero, Plaza entró sólo por el segundo palo y convirtió de cabeza. Enseguida, Tossi amagó con sacar un centro y clavó el tiro libre al primer palo. Y por último, Laciar, después de un jugadón de Abalos.

La moral de Huracán, por el piso. Pero como en tres jugadas puede cambiar todo, también en una. Coyette metió la cabeza en medio de los centrales a los 47 y lo que era fiesta sanjuanina (aunque al fin y al cabo ganó), fue alivio para la Quema. Nada está cerrado.

SAN JUAN (ESPECIAL).